Casi todos recordamos el nombre de nuestras maestras. Yo puedo nombrar a Elisa, o a Filo, que entonces llamábamos “señoritas”, o a Mercedes, o a Pilar, que eran “hermanas” del Sagrado Corazón. ¿Y usted?.
Transformar un recuerdo personal en un apunte para la Historia requiere un pequeño ejercicio de perspectiva; una mirada menos individual y más colectiva. Hacer memoria sobre las maestras que ejercieron su profesión durante la República y el primer franquismo ayuda a entender la distinta consideración que la educación ha tenido en democracia o en dictadura. Planteamientos pedagógicos hoy aceptados, fueron ya aplicados durante la II República, aunque luego negados, perseguidos y depurados por el franquismo más retrogrado; porque desgraciadamente, no siempre cualquier tiempo pasado fue peor.
Las fotografías utilizadas para ilustrar "Maestras de la República en Quart de Poblet" fueron publicadas en CD por el Ayuntamiento de Quart de Poblet (2006) |
Asunción Adelantado Barriel nació en 1901 en Valencia. Fue maestra de párvulos en Quart durante esos años que nos ocupan. El 16 de mayo de 1939, mes y medio después de la victoria franquista, adjuntando pólizas por valor de 2,15 pesetas solicitó ser rehabilitada para el ejercicio de su profesión, aportando una declaración jurada y otras 1,75 pesetas en tasas, así como una garantía a su favor firmada por dos vecinos, y otros 25 céntimos en sellos. Entonces y ahora la justicia era un derecho determinado por el bolsillo.
Asunción fue sometida a expediente de depuración, y hasta el 2 de abril de 1941 no fue “readmitida sin sanción al ejercicio de la Enseñanza y confirmada por tanto en sus citados cargo y destino”. Asunción, según su propia declaración jurada de mayo de 1939 no había ocupado cargos, ni prestado servicios civiles o militares, ni pertenecido a la masonería ni a ningún comité. Simplemente se había afiliado a Izquierda Republicana de Quart en 1938 “para obtener los beneficios de la cooperativa”. Asunción declaró que “del periodo revolucionario únicamente sé lo que decía la prensa y radio pues no he frecuentado ningún sindicato ni sociedad.”. No manifestó nada que pudiera incriminar a sus compañeras de escuela, y contó con informe favorable del comandante del puesto de la Guardia Civil y del cura párroco. Onofre Sanchis Gabaldó y Francisco Rodrigo Aliaga firmaron escrito garantizando que Asunción era “persona totalmente afecta al Glorioso Movimiento Nacional”. ¿Era por tanto su condición de maestra de párvulos lo que la convertía en sospechosa?.