"Una de las ideas más absurdas que nos ha transmitido la época de la Ilustración, es la opinión de que en el origen de la sociedad la mujer fue esclava del hombre".
La desigualdad entre géneros advertida por Engels en "El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado" no es una constante en la historia de nuestra especie. Es por tanto una injusticia antinatura, que según Engels tiene su origen en el derrocamiento del derecho materno, que convirtió a la mujer en "servidora, esclava de la lujuria o simple instrumento de reproducción".
Fue seguramente la plena consolidación neolitica, con la acumulación de excedentes entendidos como riqueza individual, la que género la mayor parte de los estados de desigualdad social que hoy conocemos, entre ellos el establecido entre sexos. La historia de las mujeres de las clases desposeídas es la historia de una doble y superpuesta explotación: como mujeres y como trabajadoras en nuestro tiempo.
Parece lógico que viendo venir el 8 de marzo dediquemos unos pocos espacios a las razones históricas que explican esta injusticia humana, que más que celebrar, debemos combatir.