12 julio 2014

SOCIALISTES DE QUART (1923-1939)




“Estamos con bastante buena relación con Izquierda Republicana. Unidos tenemos ligera mayoría sobre las derechas. Destrozados autonomistas”.
Agrupación Socialista de Quart de Poblet (1936)

La constitución de la Agrupación Socialista de Quart se formalizó el 21 de diciembre de 1923, poco después de instaurarse la dictadura militar de Primo de Rivera, y estando vigente el estado de guerra que suspendía los derechos políticos hasta entonces reconocidos. 

Es muy factible que con anterioridad a dicha fecha hubiera militancia socialista en Quart, bien en las sociedades obreras adscritas a la hermana UGT, bien en la Cooperativa de Consumo organizada unos años antes. La convocatoria de una conferencia de Isidro Escandell en 1918 evidencia que antes de 1923 ya existieron sensibilidades proclives al proselitismo del entonces joven dirigente socialista valenciano.

La “paz social” pretendida por el régimen de Primo de Rivera toleró, y en cierta manera consiguió, la colaboración de sectores socialistas y sindicalistas, que además de desarrollarse en el Instituto de Reformas Sociales, acabaron convirtiendo a Largo Caballero en miembro del Consejo de Estado, y además forzando al máximo representante de los contrarios a esa cohabitación, Indalecio Prieto, a dimitir del comité ejecutivo nacional del PSOE. No hubo en cambio por parte de la dictadura tolerancia alguna con la anarcosindicalista CNT, reprimida hasta su ilegalización, ni con las organizaciones catalanistas, sometidas al españolismo imperante.


Socialistas de Quart fueron en este tiempo Vicente Alvarez Zanón, Ramón Borreda, Isidro Cuesta, Salvador Espinosa, Vicente Fita Alonso, José García Muñoz, Vicente Grafiá, José Grafiá Aliaga, Rafael Grafiá Sanmartín, Domingo Guzmán Segarra, José Guzmán Segarra, Pascual Montesinos, Pascual Monzó Real, José Monzó Sanmartín, Miguel Monzó Sanmartín, Bautista Muñoz, Federico Muriel Campos, Ramón Ortiz Verchili, José Pacheco, Emilio Pinazo, Angel Ricart, Luis Ros Belda, Onofre Segarra Sanmartín, José Segarra Sanmartín, Manuel Soler Gómez, Francisco Valldecabres, Emilio Valldecabres, Agustín Viguer, Aurelio Zamora Hernández y Carmen Sanahuja Salazar. 

Y seguramente muchos otros de los que de momento no hay constancia documental o memoria, y que usted, estimado lector, puede manifestar escribiendo a:     quarthistoria@gmail.com


De todos los citados algunos fueron dirigentes destacados, y otros simplemente militantes de base. Entre los primeros hay que destacar en opinión de Ramón Segarra, y según su memoria relatada, a José Guzmán Segarra, el primer alcalde socialista de Quart. Sustituyó, siguiendo la estela del gobierno de Largo Caballero, a Salvador Vila Vilar, el ahora republicano que durante la dictadura de Primo de Rivera había sido presidente de la Unión Patriótica, el partido organizado por el régimen. Al histórico José Guzmán Segarra, relevado poco antes de la defenestración del único sindicalista presidente del gobierno, le sucedieron los también socialistas Vicente Fita Alonso y Ramón Ortiz Verchili.

ARCHIVO FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS

Pero también, por la actualidad congresual que ocupa la actualidad socialista puede citarse a Ángel Ricart, que fue elegido presidente de la poderosa Federación Socialista Valenciana en 1933, en cuyo mismo cargo, en 1936, resultaría elegido, precisamente, Isidro Escandell, largocaballerista, y protagonista del ya referido acto de 1918. Emilio Valldecabres Malrás ocupará, entre uno y otro, después de varias dimisiones en la ejecutiva elegida en 1933, el cargo de Secretario hasta la celebración del III Congreso de 1936.
Parece que la historia a veces se retuerce para pasar por los mismos lugares.
En la época que nos ocupa las secciones locales del PSOE acudían directamente al congreso estatal, representando directamente el número de cotizantes de su agrupación, para elegir la ejecutiva y el Comité Nacional. Fuera cual fuera el número de afiliados de la Agrupación Socialista, que según los diferentes datos y periodos no sobrepasaría en ningún caso los 60, sólo hay constancia de la pertenencia a la Agrupación Socialista de Quart de 3 mujeres (de un total de 59 afiliados el 15 de marzo de 1937). Y sólo de una de ellas conocemos su nombre: Carmen Sanahuja Salazar. En este tiempo (1934) la cotización de los afiliados se efectuaba directamente al PSOE por valor de una peseta semestral, a la que se añadían otros 80 céntimos para la FSV, más la parte que se pudiera establecer a nivel local.

ARCHIVO FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS

En la Agrupación Socialista de Quart se reprodujeron durante la II República los conflictos y circunstancias de un partido, que socialista o socialdemócrata estaba planteado desde 1879 con vocación de gobierno y sentido de Estado, y para emprender reformas sociales y económicas que las clases dirigentes tradicionales intentaron impedir con todas sus fuerzas y recursos. 
La paz orgánica, perdida tras la muerte de Pablo Iglesias en 1925, acabó derivando, con el añadido de los efectos de la regresión del bienio conservador (1934-1936), en una pugna entre centristas e izquierdistas, que agrupados alrededor de destacados dirigentes (Prieto, Besteiro, Largo Caballero) definieron modelos ideológicos y políticos distintos, manifestados también y además, en la sindical UGT.
En el II Congreso de la FSV de 1933 la Agrupación Socialista de Quart, una de las 67 constituidas y presentes en el congreso, cotizaba 38 afiliados, que aunque suponían algo menos del 2 por cien del total (2186 afiliados) no le restaban protagonismo ni en las proposiciones planteadas (“que se estudie un sueldo-tope en los altos cargos de la Nación, por considerarse excesivos los actuales”; o a favor de la disciplina orgánica en el partido), ni en la elección como presidente de la ejecutiva provincial de Ángel Ricart, que dimitió de su cargo en 1934, y que en 1937 era secretario de la Agrupación Socialista de Quart.

ARCHIVO FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS

Gracias al archivo de la Fundación Pablo Iglesias conocemos el informe del III Congreso Provincial de la Federación Socialista de Valencia, desde 1936 una de las escenas principales de la controversia entre centristas e izquierdistas, manifestada también en Quart. En el III Congreso de la FSV de 1936 la AS de Quart representó de nuevo 38 afiliados. En el balance politico-administrativo contemplado en el informe de dicho congreso se refiere el domicilio (calle Pablo Iglesias, 25); el número de concejales socialistas (3); las 4 sociedades obreras adscritas a la UGT: agricultores, azulejeros, ladrilleros y albañiles; y el comentario que aparece en el inicio de este texto.
En la primera mitad de 1936 los centristas ocupaban la ejecutiva nacional del PSOE, y los izquierdistas la UGT, la federación madrileña y la provincial de Valencia. En la pugna orgánica desatada entre los diferentes líderes y las estructuras en las que se encuadran, se produjo la dimisión del comité ejecutivo de la Agrupación Socialista de Quart, alineada con el sector centrista, enfrentada a la provincial, y representada localmente por Luis Ros y Miguel Monzó. 
El golpe militar de julio de 1936 y el inicio de la llamada Guerra Civil modificó la evolución natural, y seguramente la lógica confluencia de las diferentes sensibilidades socialistas. El nombramiento de Largo Caballero como Jefe de Gobierno en septiembre de 1936, y su forzada dimisión en mayo de 1937, fue consecuencia del particular contexto provocado por el golpe militar, y determinaron la evolución posterior del PSOE, que tras la defenestración del sector izquierdista, también en la federación provincial de Valencia, evolucionó hacia posiciones más afines al PCE y en definitiva menos revolucionarias. De ese periodo, especialmente significativo, no consta documentación que pueda definir la posición de la AS de Quart. 


Sí en cambio ya en la segunda mitad de 1938, cuando la controversia se produce entre Prieto y Negrín, anticomunista ahora el primero, y filocomunista el segundo, la AS de Quart manifiesta su apoyo a la ejecutiva nacional que respalda al jefe de gobierno (Negrín), enfrentado ahora a la alianza entre largocaballeristas y prietistas. El llamado Golpe de Casado enfrentaría finalmente a unos contra otros, que ni la definitiva victoria franquista pudo unir hasta muchos años de represión y exilio después.
Acusados, señalados, imputados, juzgados, desterrados, encarcelados, y algunos fusilados, los socialistas de Quart merecen sin duda la consideración de una memoria honrosa. Quienes hoy, casi 75 años después comparten carnet y militancia con aquellos socialistas, están obligados a salvaguardar valores, de los que no son sus únicos poseedores, y además siguen siendo imprescindibles en política.



07 julio 2014

CAMÍ DE QUART



Perdonen que no me levante. Ya me ven. No puedo decirles mi nombre, ni mi edad ni la fecha de mi muerte. Vivo aquí, en el Museo de L’Almoina de Valencia. Quizá fui un soldado romano de origen itálico, retirado y asentado en esta tierra como pago a mis servicios militares. Quizás perdiera la vida en el 75 aC., en las guerras sertorianas que destruyeron el asentamiento fundado 138 años antes de nacer Cristo; o pudo ser mucho después, porque esta ciudad y esta tierra ha estado habitada al menos hace dos milenios, casi de manera ininterrumpida.

La ciudad de Valencia en las diferentes épocas

Fuera cuando fuera mi muerte, quiero hablarles de un camino que desde este mismo lugar lleva hacia poniente. Un camino que yo mismo pude recorrer. 


El tiempo transcurrido lo ha cambiado todo, salvo el trayecto hacia un lugar, a cuatro millas, en el que un modesto paso permite salvar el río hacia el norte.
No se ofendan, pero llegará el día en el que también ustedes estarán muertos. Y entonces, posiblemente nadie recordará su nombre, ni los motivos de su vida.
Antes de que eso suceda les propongo un pequeño paseo por la Historia, que en un sentido o en otro, recorre la calle Caballeros, Quart, San José de la Montaña, Castán Tobeñas, pasa por la Cruz de Mislata, y las calles Valencia y Mayor, para por la partida de l’Alitrá, junto al Hospital Militar, encarar ya en Quart la avenida del Antic Regne, y desembocar en la Plaza Valldecabres, donde casi con seguridad se hallaba la piedra que indicaba la cuarta milla de ese camino. 



No les prometo la inmortalidad, pero sí un agradable paseo de apenas 6 kilómetros.

26 junio 2014

LA IZQUIERDA en QUART DE POBLET



Según wikipedia se entiende por Izquierda el “segmento del espectro político que considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social”. El término tiene al parecer su origen en el lugar que ocuparon los diputados menos conservadores en la Asamblea Nacional Constituyente francesa de 1789.
Ese segmento del espectro político que conocemos como izquierda está por supuesto sujeto a los cambios y evoluciones que la historia contiene. Las organizaciones y manifestaciones que pueden calificarse de izquierdas son además, variadas y plurales. 


En España y en Quart de Poblet, el sistema de partidos políticos “moderno” es el que conocemos durante la II República, que es cuando se supera definitivamente el sistema de facciones políticas clientelares propias de la Restauración, y se constituyen organizaciones de masas de distinto signo y naturaleza. 


Obviando análisis más profundos sobre ese proceso de transformación, lo cierto es que durante los últimos cien años, en Quart podemos observar la práctica totalidad del espectro político que abarca la izquierda.


Aunque hay constancia de la existencia de un círculo republicano ya en el siglo XIX, la primera organización política “moderna” en Quart es la que constituye la sindical UGT (1922) y el PSOE (1923). 
No será hasta las elecciones del 12 de abril de 1931 cuando se manifieste una opción republicana, en principio constituida posiblemente alrededor del PURA blasquista, y que derivará hacia la Izquierda Republicana de Azaña. 
La presencia del Partido Comunista, que en España se organiza en 1920 bajo las directrices de la Internacional Comunista, con el empuje de las Juventudes Socialistas y nutriéndose de militantes del PSOE y UGT, no es perceptible en Quart de Poblet hasta iniciada la guerra, aunque ya existieran, según Coll Ferrer, significados militantes. 



Existe igualmente constancia, al menos desde 1936, de una organización local de JSU, de sección juvenil de Izquierda Republicana, de sociedades adheridas a la sindical anarquista CNT, y de la propia FAI. 
Se carece en cambio de documentación que acredite la existencia de organizaciones más minoritarias como el POUM (antiestalinista) o el Partido Sindicalista (libertarios).


Utilizando como objeto de estudio la adscripción partidista de los fusilados por la represión franquista, puede verificarse el amplio espectro político que conforman las víctimas.
José Giner Navarro, secretario del Comité Revolucionario, era miembro de UGT desde 1933, y de las JSU desde 1936.
Sandalio López Giménez, secretario del Comité Revolucionario, era miembro de Izquierda Republicana y de la CNT.
Pascual Monzó Real, presidente del Comité Revolucionario, miembro del PSOE.
Ramón Pla Sanz, presidente del Comité Revolucionario, era miembro de Izquierda Republicana desde 1931 y de CNT desde 1934.
Onofre Sanmartín Valldecabres, concejal y miembro del Comité Revolucionario, era miembro de la CNT.
Ángel Sanmartín Vento, miembro del Comité Revolucionario, era miembro de la CNT y de Izquierda Republicana desde 1935.
Manuel Soler Gómez, presidente del Comité revolucionario, era miembro de UGT desde 1920, y del PSOE desde 1933.
Francisco Soriano Martínez, miembro del Comité Revolucionario, miembro de UGT desde 1923.
Emilio Valldecabres Malrás, dirigente estatal de UGT y alto funcionario del gobierno republicano.
Miguel Zahonero Sánchez, concejal y miembro del Partido Comunista.
Nada en cambio se puede afirmar sobre la adscripción política de los también fusilados José Conesa Ortega; Antonio Monzó Fita, miembro del Comité Revolucionario; y Onofre Soler Juan, concejal, y que seguramente los sumarios instruidos por la Justicia Militar, depositados en el Archivo General Histórico de Defensa de Madrid, podría desvelar.
La disparidad del espectro político que representan las víctimas de la represión franquista no sólo es nominal o partidista. Pese a la injusta suerte que todos los citados compartieron, lo innegable es que las organizaciones políticas en las que militaron, pese a las reiterados llamamientos a la unidad, protagonizaron divergencias, e incluso enfrentamientos, en casi todos los sentidos y direcciones posibles. 


El Partido Comunista escindió y debilitó en la década de los años veinte al Partido Socialista, al que influyó de manera determinante a partir de 1937. 
La conjunción republicano socialista que obtuvo la victoria en las elecciones municipales de 1931, quedó rota en las elecciones generales de 1933, y en consecuencia permitió el gobierno derechista del llamado bienio negro. Los republicanos, incluso los de Quart, evolucionaron hacia distintas posiciones y partidos, que aunque finalmente asentaron Izquierda Republicana, dispersaron militancias y voluntades en el camino. 
El Partido Socialista y la UGT experimentaron muy evidentes vaivenes, primero entre moderados y radicales, y finalmente entre filocomunistas y antiestalinistas, hasta el punto de provocar la dimisión como jefe de gobierno del histórico Largo Caballero, y su posterior ostracismo en el PSOE y en la UGT. 
A los tradicionales enfrentamientos entre las sindicales UGT y CNT se le añadió la cruenta disputa, a partir de 1937, entre anarquistas y comunistas. 
Republicanos de distinto tipo, socialdemócratas, estalinistas y antiestalinistas, y hasta libertarios de distinto tipo, consumieron energías y militancias incluso cuando la amenaza del enemigo común era más evidente y poderosa.
Aún así, el bagaje político de algunos de las víctimas que citamos supera las posiciones descritas, teoricamente planteadas como insuperables. El auto del juez militar del uno de agosto de 1942, contra Miguel Zahonero Sánchez, indica que el posteriormente fusilado, estaba afiliado a la CNT e Izquierda Republicana antes del “Glorioso Movimiento Nacional”, y al Partido Comunista posteriormente. 
No es ni mucho menos un caso único, ni local ni globalmente, pero lo cierto es que los sectarismos, las divergencias y los enfrentamientos entre organizaciones, y entre sectores y tendencias dentro de ellas mismas, debilitaron desde 1931 hasta 1939, y en gran medida, la causa supuestamente común del “segmento del espectro político que considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social”, dando paso además a uno de los regímenes más crueles, autoritarios y derechistas de la historia de España.




02 junio 2014

FELIP SISÈ NO PASSARÀ PER QUART




L'última vegada que a Espanya va regnar un Felipe va ser fa tres segles. L'experiència no va ser històricament agradable. Vila-real, Quart de Poblet i Xàtiva van ser incendiades pels exèrcits del primer rei borbó d'Espanya. A més de vides i hisendes es van perdre lleis ancestrals, i l'estat propi que durant cinc-cents anys vam ser, i mai més hem tornat a ser.

Fins Felip V els reis d'Espanya tenien que vindre, almenys protocol · làriament, a la capital del regne (del nostre) a jurar les lleis, i demanar la nostra submissió de vassalls. Fins llavors, igual que hui Euzkadi i Navarra, els impostos recaptats primer es quedaven, i després s'enviaven per saciar a Madrid.

L'últim rei que va passar per Quart, camí de la capital, va ser Carles III, el pretendent austriacista que no s'ha de confondre amb el fill de Felip V que després amb tan bona fama a Madrid regnaria a Espanya des 1759-1788. Aquest últim rei que passa per Quart, no es creguen el contrari, era defensor de l'injust statu quo vigent, i per això va empresonar a Basset, un dels seus més valents i capaços generals, que al comandament d'un exèrcit de llauradors pretenia anar contra els senyors i les seues injustícies. 

Però aquest rei, i els anteriors des del segle XIII, venien a la nostra terra a recollir la nostra voluntat per a la seua causa, perquè la sobirania, en temps tan antics, estava ací i no en un altre lloc. 

Felip VI no passarà per Quart, i encara que ho fera, el que subscriu (ja ho saben) seguirà sent republicà.








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28 mayo 2014

EN BUSCA DEL ACTA PERDIDA





“La classe que lluita, que està sotmesa, és el sujecte mateix del coneixement històric. En Marx apareix com l’última que ha estat esclavitzada, com la classe venjadora que duu fins al final l’obra d’alliberament en nom de generacions vençudes”.
Walter Benjamin


El coneixement de la Història es construeix en el dia a dia, en funció de les fonts que l'historiador disposa, i de l'anàlisi que fa d'elles. Però va ser casualment, consultant els sumaris instruïts per la justícia militar franquista contra veïns de Quart de Poblet a l'Arxiu de Defensa, obert al 2011 per la ministra Chacón, quan vaig trobar una acta perduda d'elecció de regidors de data 12 d'abril de 1931, amb el nom de 7 candidats i el nombre de vots rebuts per cada un d'ells. Forma part del voluminós expedient com a prova de la "punible" tradició democràtica dels encausats. Però és només una de les almenys dos actes d'elecció, que va haver-hi eixe dia en Quart de Poblet. 

El coneixement dels historiadors sobre el resultat electoral de les eleccions al nostre poble està subjecte a les limitacions de les fonts indirectes, encara que es reconega de manera unànime que els candidats de la conjunció republicana-socialista van obtenir la majoria a Quart de Poblet.

El 12 d'abril de 1931 la majoria dels hòmens majors de 25 anys amb dret a vot, van protagonitzar un dels grans canvis en la Història d'Espanya. Les eleccions es van convocar buscant remeis a la crisi moral i funcional del règim que encapçalava Alfons XIII. 

Encara que es van restaurar drets i garanties que des de 1923 la dictadura militar havia suspès, la legislació electoral establerta per llei en 1877, només considerava electors a "los vecinos cabeza de familia con casa abierta que lleven dos años, por lo menos, de residencia fija en el término municipal, y vengan pagando por bienes propios alguna cuota de contribución de inmuebles, cultivo y ganadería, o de subsidio industrial y de comercio con un año de anterioridad a la formación de las listas electorales, o acrediten ser empleados civiles del Estado, la Provincia o el Municipio en servicio activo, cesantes con haber de clasificación, jubilados o reirados del Ejército y Armada.”

Tot i això, aprofitant les recuperades llibertats de reunió i expressió i utilitzant el restringit dret al vot, el 12 d'abril de 1931 la voluntat popular es va manifestar en favor d'un canvi de la realitat. La proclamada II República impulsaria com mai abans la transformació d'un país secularment endarrerit.

La Llei orgànica municipal (de 1877 i 1907) establia en funció dels habitants censats un nombre total de regidors, que en el cas de Quart de Poblet, segons el cens de 1930 (3.152 veïns) seria de 11, o de 10 en el cas d'utilitzar l'immediatament anterior (2.644 veïns en 1920). Per als dos casos s'establien 2 districtes electorals, en els quals havia de triar un nombre igual o aproximat de regidors, encara que el nombre de seccions variaria.

En l'acta casualment trobada se censaven,
d'acord amb el referit sufragi restringit, 281 electors, dels quals van votar 246 (87.5 % de participació). El resultat va ser el següent:

Antonio ANDRÉS SANCHO: 111 vots. Elegit regidor. Conservador i monàrquic.

Onofre SANMARTÍN SANZ: 109 vots. Es desconeix la seva adscripció política o qualsevol altra dada biogràfica, encara que per ser un important propietari de terres se li pressuposa adscripció conservadora.

Miguel ESPINÓS FORRIOLS: 107 vots. Va resultar elegit i tinent d'alcalde fins al 6 de novembre de 1936. Era membre de Izquierda Republicana.

Vicente GARCERÁ SAMPER: 106 vots. Elegit. Va ser un dels principals dirigents de Izquierda Republicana a Quart, i regidor fins l'11 de febrer de 1937.

Manuel SOLER GÓMEZ: 106 vots. No consta que fos elegit. Durant la guerra va ser president del Comitè Revolucionari. Sindicalista i socialista, va ser afusellat a Paterna el 21 de juliol de 1939.

Onofre MOLINS VALLDECABRES: 105 vots. No consta que fos elegit i es desconeix la seua vinculació política. Era fill del fundador de la societat "Agrupació Musical l'Amistat", de la qual va ser president. No consta la seua adhesió el 1935 a la vinculació de la societat de "El Casino" a la Dreta Regional Valenciana. Se li pot suposar políticament proper a Salvador Vila.

Lorenzo HUESO FERRANDIS: 92 vots. No consta que fos elegit. La seua adscripció política era conservadora i antirepublicana. Significat entusiasta del posterior régim franquista.

Es van emetre dos vots en blanc .

La bibliografia coneguda refereix que va ser elegit a més el conservador José Alcacer Hueso, "un dels majors terratinents del lloc"; José Guzman Segarra i José Segarra Sanmartín, líders obrers adscrits al PSOE, i l'alcalde abans i després de les eleccions, Salvador Vila Vilar. 

Però encara no és possible afirmar amb certesa quants van ser els regidors elegits en tan transcendental data. Per això algunes persones seguixen absents de la nostra Història, perquè els documents per construir-la, i tantes altres coses, es troben a Madrid, cada vegada més inaccessibles per a la memòria dels seus protagonistes i per als historiadors que pretenem fer-la pública, per demostrar que els grans canvis, també poden aconseguir-se a través de les urnes.


16 mayo 2014

Les xiquetes de la República.

Escola Nacional de Quart de Poblet (1933)
.

Pot vosté identificar-les?. Coneix els seus noms?. Les va conéixer a elles?

Carmen Sanmartín Nieto (1928) en la fila inferior, assentada en terra, la primera per la dreta. 

03 mayo 2014

Dones de Quart represaliades pel franquisme.






“El historiador honrado no es el que pretende no tener ningún prejuicio,
sino el que dice a sus lectores cuál cree que es su prejuicio”
Arnold J. Toynbee.


Josefina García Gonzálvez, “la francesa”, era soltera, tenía por profesión “sus labores”, y era vecina de Quart, aunque había nacido en Sellent. Sus padres se llamaban Miguel y Josefina. En 1939 fue condenada a 30 años de prisión por “Auxilio a la Rebelión”. En 1940, estando recluida en la cárcel de mujeres de Santa Clara (Valencia) se le conmutó su pena inicial por la de 20 años y un día. Se le calificaba de comunista, y “se le supone enterada de la suerte que iba a correr Don Crescencio Rodilla, ya que dos días antes de su asesinato le dijo al pasar por su lado <<pocos días te quedan de pasar por aquí>>”.  Además, se le acusaba de que durante la guerra y “vestida de mono, frecuentaba el Comité de Defensa” de Quart.

Dolores Juan Torres, “la tía paternera”, nació en Paterna en 1907, estaba casada y era vecina de Quart de Poblet cuando en 1939 fue condenada, por “Auxilio a la Rebelión”, a 6 años y un día de prisión, que en 1940 se le redujo a 4 años. Se le acusaba de ser militante de Izquierda Republicana y de que “se le supone enterada..” de lo relativo al asesinato de Crescencio Rodilla.

Carmen Sanahuja Salazar, “la peixera”, nacida en 1903, era vecina de Quart de Poblet, y estaba casada. En 1939 fue condenada a 4 años de prisiónSe le consideraba socialista y al igual que Dolores Juan y Josefina García “se le supone enterada...” de lo relativo al asesinato de Crescencio Rodilla.

Estos son los primeros datos que he conocido de tres mujeres de Quart, que fueron víctimas de la represión franquista. No tenía constancia de su existencia y condena porque ninguna de ellas aparece citada como denunciada en la “Causa General, Ramo separado de Cuart de Poblet” que a manera de resumen del “terror rojo” instruyó la fiscalía en 1941. Tampoco hay referencia de ellas, pese a su condena, en el portal del Ministerio de Cultura que relaciona las víctimas de la Guerra Civil y represaliados del franquismo.

Ha sido en el Archivo General e Histórico de Defensa donde he localizado documentos relativos a su causa y condena. En el paseo Moret de Madrid se almacenan y custodian, aunque no con todos los medios que su trascendencia merece, centenares de miles de sumarios incoados por la Justicia Militar franquista contra oponentes políticos, muchos de ellos, según califica la “Estadística Criminal de Guerra” de 1961, “paisanos” sin vinculación militar. Una más de las muchas sinrazones jurídicas sobre las que se pretendió justificar la represión de los vencidos en la Guerra de España.
En ese archivo, y sólo del ámbito jurisdiccional del Tribunal Militar Territorial Primero (Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Valencia y parte de Murcia) se contabilizan más de cuatrocientos mil sumarios, de los cuales al menos 20 de ellos afectan a vecinos de Quart.
Concretamente, el sumario 2064 de 1939, encausa a 16 personas por el delito de “Adhesión a la rebelión”. Nueve de ellas fueron fusiladas. Ahora sabemos que también tres mujeres, vecinas de Quart, fueron encausadas y condenadas en ese sumario por los tribunales militares.

Ya conocen mi interés por la historia de las personas; especialmente por la de aquellas cuyo conocimiento proporciona utilidad social a esta ciencia. El pasado no puede cambiarse, pero su estudio aporta convencimientos para que la falta de democracia, y la violencia política que la sustenta, no puedan repetirse.

Ya conocen mis prejuicios contra el franquismo: son los declarados por la Asamblea General de la ONU en 1946:
“En origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini”.

Puede aceptarse el perdón, pero nunca el olvido.









23 abril 2014

Dos razones para incendiar Quart de Poblet






“Si uno no sabe historia, no sabe nada”
Edward Johnston


Conocer la historia permite comprender el presente del que somos parte, y además, actuar sobre él con “conocimiento de causa”. 

Ya hemos dicho en otras ocasiones que la derrota en la batalla de Almansa, hace 307 años, supuso la desaparición del Estado creado a mediados del siglo XIII por el rey Jaume. 
En ese determinante conflicto, que llamamos Guerra de Sucesión, y que modificó sustancialmente la realidad política hasta entonces vigente, Quart de Poblet tiene página y tragedia propia.

Para comprender lo sucedido aquí y en la Europa de principios del siglo XVIII, hay que tener en cuenta que los Estados entonces existentes, eran más un espacio político al servicio y beneficio de un determinado monarca y su linaje, y menos un Estado-nación tal y como hoy podemos concebirlo. 
Hay que tenerlo presente para entender que lo dirimido en ese conflicto, entre austrias y borbones, era la herencia de Carlos II, con el efecto colateral de una distinta concepción política del estado, más pactista en el primer caso, y más absolutista en el segundo.

La victoria borbónica supuso por tanto un punto de inflexión fundamental en la configuración de la España de la que hoy somos constitucionalmente parte, y que sólo a finales del siglo pasado revirtió en cierto medida el carácter centralista de una “nación” construida desde y alrededor de Castilla, que hasta ese siglo XVIII que nos ocupa, era una parte más, aunque fuera la más importante del todo.

Quart de Poblet fue incendidada por tropas borbónicas el 17 de enero de 1706 “por haver tomado las  armas y ser uno de los más rebeldes”. La justificación dada por el Conde de las Torres, que fue quien ordenó la acción, es relativamente cierta. De hecho, las tropas austracistas que el 30 de diciembre de 1705 ocuparon el estrecho de las Cabrillas en Bunyol, para impedir el avance desde Castilla del ejército felipista, estaban capitaneadas por el Justicia de Quart. Y sabemos que posteriormente hubo oposición armada a dicho avance en el puente de San Onofre, e incluso en la misma población. La pertenencia feudal de este lugar al Monasterio de Poblet, cuyo abad era miembro destacado del gobierno del Archiduque Carlos, añadía sin duda valor estratégico a Quart, con cuyo incendio se lograba escarmentar poblaciones vecinas como Aldaia y Mislata, que apresuradamente prestaron obediencia al Conde las Torres.

Hay también un segunda razón, de naturaleza geopolítica, que explica el incendio de Quart. Una razón mucho más antigua, fechada seguramente antes de nuestra era, que sitúa la cuarta milla de una vía romana hacia poniente, precisamente en Quart, punto de paso obligado del camino que viniendo de Castilla llega a Valencia, pasando por Bunyol. Por eso Quart fue designado por el Conde las Torres punto de reunión de las distintas columnas del ejército borbónico en su marcha hacia Valencia. Así fue, tanto por la cercanía de este lugar a la capital, como por el valor estratégico de tener en su término infraestructuras vitales para el reparto de agua a huertas y molinos de la comarca.

La controversia entre los distintos generales, la falta de artillería para atacar las murallas de la ciudad, la dificultad para hacer llegar los abastecimientos, y los refuerzos austracistas, provocaron finalmente la retirada de las tropas felipistas hacia Castilla en febrero de ese 1706. Restablecida la autoridad del Archiduque, Quart exhibió de nuevo su valor geopolítico cuando a finales de ese año se decidió que fuera aquí donde se recibiera a Carlos III en su visita a Valencia. Aunque el protocolo habitual establecía que el monarca fuera recibido en la frontera del reino, las circunstancias del momento aconsejaron que fuera Quart de Poblet el lugar de recepción, para posteriormente acceder por el portal de las Torres de Quart a la capital del reino en el que el rey permaneció hasta principios de marzo de 1707.

Cuando hoy se habla de financiación autonómica, de federalismo, o de deuda histórica, se refieren problemas que la monarquía de los borbones pretendió disolver por la fuerza de las armas, desoyendo realidades históricas innegables,. Lo que buscaba el borbón francés no era la “nación”, sino una mayor carga fiscal, además de una manera no pactada de obtenerla.
Así estamos.



*En realidad, el profesor Edward Johnston es un personaje de ficción de la novela “Rescate en el tiempo (1999-1357)” de Michael Crichton.
*Una obra fundamental para el estudio de este periodo es la obra de Carme Pérez Aparicio “Canvi dinàstic i guerra de successió. La fi del regne de València”. (2008).

21 marzo 2014

La Transición en Quart (1)




Ante el anunciado (como inminente) fallecimiento de Adolfo Suárez les propongo unos breves ejercicios de reflexión y memoria.

El primero, ciertamente cruel, es que imaginen que el hoy reconocido demócrata, pierde la vida... fusilado. Y que su cuerpo, en lugar de en honrosa sepultura, es arrojado en una cuneta perdida y olvidada. Y que su entierro, por aquello de la crisis y la contención del gasto público, no es sufragado por el Estado, sino por sus familiares y allegados. Y que mientras tanto, desde el partido del gobierno se afirma que lo único que pretende su familia con el entierro es obtener las subvenciones. 

Adolfo Suárez perdió la memoria por culpa de la enfermedad, pero decenas de miles de personas, tan respetables y demócratas como él, o más, perdieron derechos, o la vida asesinadas por el fascismo. Y sus cuerpos siguen olvidados en fosas comunes. 

Los apuntes que les propondré estos días tienen relación con Quart y la llamada Transición democrática. Pero hoy había que recordar lo que hubo antes.